

La Virgen de la Soledad abandonaba la Ermita del Cristo de la Expiración el pasado 14 de septiembre en cuya puerta se encontraba con el regreso de la talla del Cristo de la Expiración.
Tras el emocionante encuentro de ambas imágenes la Virgen realizaba el corto trayecto hasta la Parroquia, donde quedaba instalada para realizar los diversos actos en su honor.
El Triduo de la Virgen de la Soledad dio comienzo el pasado viernes 15 de septiembre a las 21.00h, en ese primer día se llevó a cabo la Eucaristía aplicada a los hermanos difuntos de la hermandad. En dicho acto se pidió por los enfermos para quienes se hizo una bendición.
El día 16 tras la Eucaristía se realizó la ofrenda floral en la que una larga fila de fieles depositó a sus pies numerosos ramos de flores variadas de color blanco.
El domingo 20 de septiembre, último día del triduo, se realizó el rezo de los siete dolores de la Santísima Virgen a las 13.00h.
A continuación, se celebró la tradicional convivencia de hermanos en la plaza de España.
Al finalizar la Eucaristía la talla salió en procesión recorriendo las calles de la plaza de España, Cándido Fernández, plaza de la Constitución, Av. Juan Carlos I, Ramón y Cajal, San Juanito y regresando a su Ermita.
La Virgen realizó la procesión acompañada por la Banda Municipal de Música y numerosos fieles. Al llegar a la Ermita se lanzó una pequeña colección de fuegos artificiales.
Virgen de la Soledad
La Virgen de Nuestra Señora de la Soledad fue encargada por el Obispo de Badajoz en su visita a la localidad en 1731 y realizada por un imaginero pacense. A pesar de tener un valor artístico menor, la talla es de una belleza admirable y cuenta con una grandísima devoción.
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