Marcelo Cruz, emocionado y feliz, recibió la Encina de Plata

La Encina de Plata fue instaurada como el máximo galardón que entrega el Ayuntamiento de Villanueva del Fresno en el año 2007.

La primera agrupación en recibirla fue Cáritas Diocesana, tras ella han sido galardonados la Hermandad de la Virgen de la Soledad, la Hermandad de Donantes de sangre, los Bomberos Voluntarios, Cruz Roja Olivenza, José María Reina de 'Hacienda Murillo', la Asociación Deportiva Ciudad de Villanueva, el Equipo Humano del Centro de Salud, Ramona Guarino Feijoo, la Cámara de Mourâo, Joaquín Pérez Carrasco, los Pisos Tutelados, Emilio Gómez Gómez, D. Jesús Chacón y Piedad Fiz. Cabe señalar que en el año 2010 en vez de Encina se entregó una placa de homenaje por la jubilación como empleado municipal a Manolo Acabado, además en 2011 no se realizó la entrega.

Este galardón se otorga cada Día de Extremadura, 8 de septiembre, para reconocer los méritos singulares, obra o aportación ejemplar o trascendente de personas, instituciones, grupos o colectivos para con el municipio.

En esta ocasión la Junta de Gobierno Local decidió entregar la Encina de Plata a Marcelo Cruz González como reconocimiento a toda su trayectoria en la defensa de la cultura, la recuperación de la historia local y la contribución a la sociedad villanovense.

El acto de entrega contó con la apertura del alcalde de la localidad Ramón Díaz Farias, quien en su intervención señaló que, «Tenemos una deuda con Marcelo porque él, que en su día fue nombrado hijo adoptivo de nuestro municipio, no ha dejado de trabajar por recuperar la historia local que futuras generaciones no encontrarán en Google». «Así tenemos, añadió, un libro que habla de la Erita Chávez, otro de los personajes villanovenses y un sinfín más de libros que no deja de parir en su ordenador». Por eso y por otros muchos motivos Marcelo es un villanovense que debe ser reconocido. «Te pido, señaló, que no abandones tu afán por Villanueva, yo sé que no lo vas a hacer, pero te lo digo, ya que de tu pluma están saliendo magníficos libros llenos de historias que debes seguir haciendo».

Por su parte Cruz manifestó que, «Cuando recibí la llamada del alcalde para decirme que me otorgaban la Encina, en un día tan señalado como el día de Extremadura, sentí una emoción que es difícil de explicar».

«Sería una falsedad, añadió, por mi parte si dijera que a mí y a mi familia no se nos quiere en Villanueva, que no se nos aprecia y que no se nos recuerda con cariño, que se han olvidado de nosotros, que llegué aquí como un funcionario más cumplí con mi cometido, que fui trasladado a Badajoz y que si te he visto no me acuerdo. Eso además de mentira sería inexplicable». «Pero no es fácil explicar, continuó, que después de más de 30 años fuera del pueblo se me haga esta distinción, como según me explicó el amigo Ramón «como un reconocimiento a toda mi trayectoria en defensa de la cultura, la recopilación de nuestra historia y la contribución a la sociedad villanovense». «Ya en 2007 tuve el gran honor de que me nombrarais Hijo Adoptivo, prosiguió, y os aseguro que aquel fue uno de los días más inolvidables de mi vida, para mí y para los míos. Que me quisierais tanto como para hacerme paisano vuestro fue una satisfacción y un orgullo que no se pueden describir. Pero que hoy tantos años después volváis a insistir en este reconocimiento desborda ya los límites de mi felicidad» señaló Cruz.

El acto de entrega tuvo lugar en el entorno de la plaza de España, delante de la fachada del Ayuntamiento, y contó con el izado de la bandera regional, por parte del homenajeado, y con la interpretación del himno de Extremadura a cargo de la Coral Municipal Ars Vetera.

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