"El cine se cruzó en mi camino por casualidad y ya no me voy de él"

- ¿Por qué se va a Londres?

- Porque llegó el momento de salir del pueblo, tenía ganas de conocer mundo. Vi que me estaba estancando, las opciones eran buscar trabajo, echarse novia y tener hijos y con 24 años pensé que me había quedado corto en mis aspiraciones. Yo quería irme a Australia, pero necesitaba un buen nivel de inglés y un visado de trabajo, así que me fui a Londres ya que yo, lo que realmente quería, era aprender inglés para visitar otros países.

- ¿Contaba con algún conocido o amigo en Londres?

- No, contacté con una empresa que te buscaba el vuelo, la residencia y una serie de entrevistas de trabajo. Las primeras entrevistas fueron para trabajar de barman, hasta que vi que necesitaba mejorar mucho el idioma. Cuando ya me estaba quedando sin dinero acepté un trabajo de camarero en el mesón Don Felipe, el primer bar de tapas español en Londres.

- ¿Cómo fue esa experiencia?

Muy buena, encontré una casa y entré en un grupo de gente española que se ayudaba entre ellos, para mi acabó siendo una familia. Empecé una relación con una chica, me mantenía económicamente por mí mismo y pude viajar, fue una etapa de casi tres años que disfruté muchísimo.

-Habla de que tiene dos formaciones ¿Cuándo empezó la segunda?

- En el mesón tuve un compañero de Guadalajara que también estaba allí para perfeccionar el inglés y además para estudiar cine. Él siempre había hecho películas y me enseñó a hacer montajes en el ordenador. Conocía a gente que trabajaba en la BBC y aquello me fascinó y comencé un curso de producción de cine para adultos. Ahí empecé a grabar con una cámara semiprofesional y a hacer montaje y audio. En ese curso conocí a un chico de Birmania que estaba preparándose para hacerse director de cine y que me propuso participar en su primera película, que rodamos en 7 meses, y que acabó exhibiéndose en su país.

- ¿A partir de ahí, todo cambia?

- Sí, aquello me gustó, entonces me planteé si seguir como autodidacta o formarme, y opté por lo segundo. Así que hice la carrera de Producción Cinematográfica en la Universidad de las Artes de Londres. Para ser aceptado tuve que superar diversas pruebas, aunque mis mejores avales fueron mis múltiples trabajos realizados hasta ese momento, sobre todo la película.

- ¿Es cara la Universidad allí?

- Hay una línea de créditos de estudiantes con la que el gobierno te presta un dinero para pagar las tasas y mantenerte. Después se devuelve con las nóminas de tu trabajo (yo estudié en 2008 y aún sigo pagando el crédito). Gracias a eso pude dejar el trabajo y centrarme de lleno en los estudios. Fueron tres años de muchísimo trabajo en los que hice 4 películas, 1 documental, 2 videoclips y varios guiones. En esa etapa apareció Miguel, un chico con el que tenía amigos en común y con el que terminé coincidiendo en la carrera en la que hicimos todos los trabajos juntos, formando un tándem perfecto. Fuimos los únicos españoles en la Universidad y los únicos con matrícula de honor. Al finalizar el curso hicimos una peli sobre El Quijote que se vio mucho.

- ¿Cómo llegó el primer trabajo en el cine?

- Con la nota final de la carrera encontré trabajo enseguida y fue de 'runner' en Envy Post Productions, una de las empresas más grandes de postproducción en Inglaterra. El runner le sube desde el café a la comida a los editores, distribuyendo también las cintas de los trabajos finalizados a las cadenas de televisión. En aquel momento los trabajos se grababan en cintas, llegando después las cámaras digitales de alta definición. Para trabajar en el nuevo formato la empresa abrió un departamento digital, y aquello fue para mí un importante punto de inflexión en mi carrera, pues yo quise formar parte de ese departamento. Ahí amplíe los conocimientos que ya tenía de haber trabajado con cámaras digitales.

- ¿Cómo llega el salto a Technicolor London?

- Technicolor quería montar un equipo para procesamiento de cine digital, que no tenía ya que era muy novedoso, aunque ya les habían contratado para la primera película digital que harían con el director Danny Boyle. Con lo cual buscaban gente y un chico con el que yo había trabajado de asistente (pues además de mi trabajo en ENVY yo no paraba de hacer cortos, películas y de todo) me llamó para contarme que Technicolor buscaba una persona para ese trabajo específico y que había pensado en mí. Tras realizar la entrevista comencé a trabajar allí, de Freelance, en septiembre de 2011. Mi gran interés por el tema digital y mis conocimientos hicieron que me contrataran para una segunda película, tras la que me incluyeron de fijo en el departamento en mayo de 2012, siendo actualmente el Jefe de Operaciones del Departamento de On Location Services con un equipo de 8 trabajadores fijos, plantilla que se amplía dependiendo de las necesidades de cada rodaje.

- ¿Con qué productoras trabajan?

- Las películas que hacemos son de las denominadas de 'estudio' y trabajamos con los más importantes de Londres como Walt Disney, Paramount, Metro-Goldwyn-Mayer, Warner Bros y Universal Studios. Nosotros solemos instalar un laboratorio para trabajar en el estudio o localización de rodaje, normalmente trabajamos como puente entre el director de fotografía que es el encargado de la imagen en el set de rodaje y los editores que son los encargados del montaje en la postproducción.

- ¿Suele tener contacto con los actores?

- No, soló coincido de paso con ellos porque trabajamos en el mismo sitio, a alguno lo he tratado más porque nos visitan para ver las imágenes, pero es una relación muy profesional. Los que he conocido me han parecido gente muy normal con los pies en la tierra.

- ¿Ya ha viajado lo suficiente o aún le queda mundo por conocer?

- Bueno, este oficio conlleva la necesidad de trabajar 'in situ' en algunos rodajes y así he visitado muchísimos lugares como Jordania, Gabón, Chicago, Los Ángeles, Shanghái, Italia, Francia, Alemania, Bulgaria, Eslovenia, Eslovaquia, Hungría, y prácticamente todas las ciudades importantes de Europa y Reino Unido. El año pasado incluso estuvimos trabajando en Cáceres, lo cual fue genial para pasar el fin de semana en el pueblo.

- ¿Por último, se puede decir que el cine es su pasión, cambiaría su trabajo?

- Yo no me voy del cine, cambiaría mi trabajo en el cine por otro. Después de hacer casi 50 películas con Technicolor he comprobado que para alcanzar un determinado nivel en este sector hay que hacer enormes sacrificios y no me veo dirigiendo películas de Hollywood, pero quizá si como un futuro editor. Aunque ahora mismo sólo tengo tiempo para trabajar en los rodajes, que son muy duros, hago jornadas de 10 o 12 horas en un ritmo agotador de aquí para allá, 10 reuniones a la semana con todo el equipo, etc. ni siquiera me da tiempo a hacerle videos a mi hija.

De momento, Chema, vive feliz en Londres con su hija pequeña y su pareja y no se plantea regresar a España (de la que, no obstante, echa mucho de menos a sus amigos y familia) en un futuro cercano, ya que sigue creciendo en su trabajo allí, del que ya ha rechazado un traslado a Los Ángeles.