En la élite del deporte hay que entrenar y entrenar
Margarita Montes ·
La deportista extremeña atesora más de 25 títulos entre mundiales, europeos y nacionales actualmente es la directora de la academia municipal de judo de Villanueva del FresnoMargarita Montes ·
La deportista extremeña atesora más de 25 títulos entre mundiales, europeos y nacionales actualmente es la directora de la academia municipal de judo de Villanueva del FresnoNecesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Martes, 16 de agosto 2022, 19:09
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La deportista de élite Margarita Montes es la directora de la academia municipal de judo de Villanueva del Fresno, donde entrena a medio centenar de pequeños judocas. Empezó a competir en 1989 en el Campeonato de España de judo de Cáceres, a día de hoy atesora 25 títulos entre mundiales, europeos y campeonatos nacionales en diferentes modalidades deportivas de combate entre ellas lucha sambo, grappling, jiu-jitsu, lucha libre femenina, lucha de playa y judo. Su último Mundial fue en la modalidad de lucha de playa en Antalya (Turquía) donde se alzó campeona del mundo en 2007, tras superar una hernia discal que la mantuvo retirada cinco años. Es entrenadora nacional de judo, así como de todas las luchas olímpicas mencionadas de las que posee el cinturón negro en diversos dan.
Fue una pionera española en Lituania al competir en lucha libre olímpica, dónde sólo competían hombres.
Margarita nació en 1972 en Cáceres, es la décima (melliza de un chico) de una familia numerosa de 12 hijos. Cuando tenía dos años su madre enviudó teniendo que emigrar a Madrid. Nunca ha perdido el contacto con Cáceres donde residen varios de sus hermanos.
Compitió en lucha libre olímpica en Lituania cuando solo lo hacían los hombres
pionera
Se puso su primer kimono con 10 años cuando se coló en la clase de judo de sus hermanos (a la que éstos no iban porque se pasaron al fútbol). Cuando hubo de abonar las clases el profesor informó a su madre de que realmente no hacía ballet sino judo y desde entonces no ha vuelto a quitarse el kimono.
Su gran combate fue contra la báscula ya que la competición exige un peso exacto. Por el deporte ha sacrificado novios, eventos familiares y fiestas, como las de nochevieja en las que sólo comía las uvas o bodas a las que iba con su ensalada, pero lo peor de todo fue no poder beber para no pasarse del peso.
Cada día, de vacaciones o en el Centro de Alto Rendimiento, entrenaba seis horas: correr, natación, pesas y las luchas en las que competía. En sus vacaciones siempre ha llevado dos maletas, una de ropa para correr y la normal de vestir.
Ha competido en tantos países que ha perdido la cuenta, aunque destaca Inglaterra, Bolonia, Bélgica, Turquía o Alemania. A veces le coincidían dos campeonatos y al bajarse de un avión tenía que subirse a otro.
Define como «impresionante» escuchar el himno de España desde el primer puesto del podio. «Es algo que no se puede explicar, es un premio a tanto sacrificio». Para ella, otros premios son los grandes valores que ha adquirido como la disciplina o el ser mejores personas.
En el Campeonato del Mundo de sambo de 1994 conoció al que es su marido, Pedro García, también deportista de élite, –cinturón negro de judo sexto dan, subcampeón de España de judo, campeón de España de jiu-jitsu y campeón del mundo de sambo– con el que empezó a viajar para competir dentro del equipo nacional.
Como deportista internacional de alto nivel estuvo becada por el Programa de la Asociación Deportes Olímpicos (ADO).
De toda su carrera el campeonato que más le costó fue el primero de lucha libre, al carecer de agarre en la vestimenta, y lo más doloroso las dos lesiones, una de tendones y otra de menisco, que ha tenido.
Dejó de competir en 2010 por la maternidad, pero continúa entrenando a diario un par de horas. Sus dos hijos hacen judo desde muy pequeñitos y no descarta que también compitan.
Medalla de plata
Ha recibido la medalla de plata al mérito deportivo de Castilla La Mancha, donde tuvo una academia en Pastrana (Guadalajara) durante 19 años. Cuando fue campeona del mundo de sambo por segunda vez, fue recibida por los Reyes de España junto a su marido, como los mejores deportistas de la federación.
Se le iluminan los ojos cuando se le nombra el mundo de la competición, al que echa de menos, porque ella seguiría compitiendo, incluso hay un campeonato de lucha de veteranos al que le encantaría ir, pero no tiene gente con quien entrenar y sin entrenar no compite.
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