Alejandro Bocanegra Cayero, es natural de Villanueva del Fresno donde nació el 27 de diciembre de 1990. De pequeño le gustaba mucho hacerle casas a los playmobil con las piezas de construcción de madera y excavar en busca de tesoros para cuya búsqueda diseñaba mapas.
Mezcló su pasión por la Arqueología, la Historia, la de dibujar planos y su insaciable curiosidad por saber cómo se hacen las cosas y de dónde vienen, para decantarse por estudiar Arquitectura. Es el fundador del Proyecto Silos, de alcance internacional, y el coordinador del Plan Estratégico de Intervención en el Patrimonio Histórico de Villanueva del Fresno en el que trabaja ya con la redacción de las conclusiones finales desde su Estudio hispano-luso.
–¿Qué estudios ha realizado y dónde?
–Estudié en Villanueva hasta finalizar la ESO. Fui de la promoción que estrenó el Instituto en 1º. Después me fui a Olivenza a hacer Bachillerato, hice la Selectividad y la carrera de Arquitectura me la saqué entre Valladolid (que fue la primera Universidad que me dio plaza), Lisboa, adonde me fui con la beca 'Erasmus', y Valencia, donde llegué con la beca 'Séneca'.
–¿Cuál es su trayectoria profesional?
–Empecé a trabajar en el verano de 2014 haciendo prácticas en un Estudio de Lisboa. Al volver a Valladolid para finalizar el proyecto final compaginé el trabajo en el Departamento de Proyectos de la Universidad con el trabajo en el estudio de un profesor mío. Al finalizar la carrera continué en ese Estudio hasta que una compañera de mi profesor, que trabajaba en Lisboa y conocía mis proyectos, me ofreció un puesto que acepté encantado. No he buscado trabajo nunca; siempre me han ido llamando. Hasta que en 2018 abrí mi propio Estudio.
–Actualmente trabaja y vive en Lisboa, ¿Cómo llegó allí?
–Llegué en el cuarto año para continuar la carrera porque necesitaba un respiro en otra ciudad. La carrera de Arquitectura es muy exigente y estaba cansado, y en Lisboa estaba también más cerca de mi casa. Cuando salí del Metro por primera vez miré a mi alrededor y supe que aquella ciudad tenía algo especial y que yo me iba a quedar allí a vivir. El diseño de las casas está más degradado, pero es más auténtico, más romántico. El año me dio para estudiar, con mejores notas incluso, conocer gente de todos los países y disfrutarlo mucho.
–¿Qué diferencias hay con España?
–En Lisboa se trabaja muy bien. Los portugueses son muy meticulosos y cuidadosos, se llevan su tiempo, pero son muy detallistas y a mí eso me gusta. Cumplen y respetan mucho el trabajo de los arquitectos, para cualquier reforma enseguida llaman a uno, algo que en España a veces se pierde para ahorrase dinero. Los españoles son más alegres, pero como vivimos en la frontera, no encuentro grandes diferencias y me siento de las dos partes.
–¿Qué trabajos suele desarrollar desde Estudio Bocanegra?
–Trabajo en España y en Portugal y suelo hacer viviendas unifamiliares, rehabilitaciones, reformas, memorias técnicas, certificados energéticos, de habitabilidad, entre otros. Además, colaboro con varios Estudios en los que estamos edificando casas, hoteles, de todo. En Portugal siempre hay trabajo porque hay mucha inversión extranjera y de momento no se está notando la crisis. Aunque yo mantengo los pies en la tierra y estoy estudiando el doctorado en la Universidad de Lisboa para contar con más salidas.
–En 2014 nace Proyecto Silos, ¿cómo se originó y con qué propósito?
–Nació con la inquietud de saber por qué estaban esos edificios tanto aquí como en otros pueblos. Cuando supe que era una red de 'graneros abandonados' propuse al Ayuntamiento reactivar el silo local y me apoyaron en todo. A partir de ahí diversos amigos de la carrera se sumaron al proyecto y se volvió internacional con colaboradores de Italia, Argentina y Portugal. Hicimos una jornada de encuentro en 2014 y hemos seguido con exposiciones, conferencias y lo que va surgiendo en otros países en torno a los silos. Seguimos investigando y estamos pendientes de una obra de reconversión de un silo en Zaragoza.
–Desde el 2017 realiza el Plan Estratégico de Intervención en el Patrimonio Histórico de Villanueva del Fresno, ¿Cuál es el fin del mismo?
–Con este proyecto y con el Proyecto Silos mantengo el vínculo con la parte de investigación, con la historia y la cultura. Es un proyecto del Ayuntamiento que es complejo porque es muy amplio y ambicioso con el que se pretende estudiar el patrimonio local, generar un catálogo de él e intentar reactivar ese patrimonio para ponerlo en valor, generar turismo y actividad.
–El trabajo se ha desglosado en diversas etapas.
–Sí, se ha dividido en cuatro fases, en la primera se ha recabado información a pie de calle, la segunda fueron las mediciones y los análisis, la tercera fueron el dibujo, maquetación y preparación de todos los planos y ahora ya estamos en la fase de conclusión que incluye la maquetación de la memoria y redacción de las conclusiones de toda la información que se ha recabado.
–¿Qué es lo más sorprendente que ha descubierto sobre la población en este estudio?
-El estudio nos ha dado una visión de conjunto del patrimonio, ver que no está todo aislado, sino que está todo conectado a nivel territorial. Un ejemplo: la casa que está en el campo lo está por una razón, a lo mejor antes era de control de la finca y se relaciona con las dependencias agrícolas de la zona, es decir, que el territorio está totalmente organizado y está muy conectado entre sí. En cuanto al Castillo, que es el elemento más importante, hemos descubierto que hay una relación directa con el territorio por los aterrazamientos, que era algo que no se conocía muy bien y que ya se pueden situar. Las murallas y puertas del Castillo que estaban como olvidadas con los indicios que había y las mediciones ya se sitúan en el terreno. Tras la investigación pensamos que el origen del Castillo es almohade y no templario como se cree.
–¿Cuándo se presentará la conclusión final del Plan?
–En breve.
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