Eric Olivera se quedó a medio punto de recoger el primer premio del Ciclo de Novilladas Andaluzas
El novillero villanovense realizó grandes faenas merecedoras del triunfo absoluto del certamen, del que, sin embargo, sólo pudo traerse el segundo puesto
La tarde del pasado 5 de septiembre se disputó en Almedinilla, Córdoba, la Gran Final del XXVI Ciclo de Novilladas Sin Picadores en clase práctica, que organiza la Asociación Andaluza de Escuelas Taurina 'Pedro Romero'.
En ella el novillero villanovense Eric Olivera se dispuso a poner toda la carne en el asador para hacerse con el preciado galardón, y traerse a Badajoz la victoria tal y como hicieron sus seis predecesores pertenecientes a la Escuela Taurina de Badajoz, de los que el último fue su compañero y paisano Manuel Perera.
Sin embargo, se quedó tan sólo a medio punto de salir por la puerta grande con la victoria del certamen cortando tres orejas.
Según recoge la revista taurina digital 'Badajoz Taurina' «Olivera cortó dos orejas de su primer eral y mereció cortar también dos, que incomprensiblemente la presidenta debutante le negó, del quinto; de lejos el novillo con más complicaciones del encierro de la ganadería de 'El Torero' con el que mostró madera de torero y una gran dimensión».
Para la Asociación Andaluza de Escuelas Taurina 'Pedro Romero' y según publica en su web: Eric Olivera refrendó su portentoso concepto ante un lote muy complicado. La oreja del quinto, fue arrancada y de una tremenda valía. Olivera mostró madera de torero capaz, con mucho bagaje en la muleta y gran manejó capotero. Se impuso sin fisuras a un animal que pedía mucha solvencia y aquilatado oficio. 'Escorpión' no fue fácil. Por el izquierdo no quería embestir y se quedaba muy corto. Eric enterró los tobillos en el albero y se impuso con un toreo de suma importancia. No fue faena lucida pero sí de una enorme dimensión por su jerarquía. Construyó tandas de gran calado tirando de la corta embestida a base de pulso y criterio. Por el derecho lo toreo en redondo como si fuera bueno. Labor determinante por su alto parangón de capacidad. 'Voladura' hizo segundo al que recibió de hinojos con una larga cambiada en el tercio. El pase de las flores –péndulo- fue el prólogo de su ascendente labor. Comenzó por el pitón derecho con un toreo templado. Buenas series ante un ejemplar de más clase, pero justo viaje. Por el izquierdo le faltó entrega a 'Voladura' y el natural resultó menos lucido. Cerró con ajustadas manoletinas y buena estocada».
Se alzó con el triunfo Marcos Linares, alumno de la escuela taurina de Jaén, quien llegó a la final con la puntuación más alta del jurado y también siendo el más novel del plantel de finalistas.
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