Se cumplen 300 años de la donación del terreno de la Ermita del Cristo de la Expiración

Desde que Antonio Canseco, Capitán de la Orden de Calatrava y gran benefactor de Villanueva del Fresno desde su repoblación, regalase en 1688 la talla del Cristo de la Expiración refundando la Cofradía de la Vera Cruz, el Cristo salía cada jueves Santo en la conocida como 'Procesión de la Sangre'.

Esta procesión de Semana Santa se dejó de hacer cuando la denominación de la Cofradía de la Vera Cruz cambió por la del Cristo de la Expiración, momento en el que empezó a celebrar sus fiestas el 14 de septiembre procesionando ese día.

La Cofradía cambia de denominación al asentarse en la nueva Ermita de cuya donación se cumplen 300 años. Fueron José Larrea y su esposa Leonarda Canseco (hija del mencionado Capitán de la Orden de Calatrava Antonio Canseco) los que en 1721 donaron el terreno y los costes de edificación de dicha Ermita. La obra se culminó en 1726 de la mano del maestro de Hornachos Manuel de Castro.

Según los datos recabados por los historiadores locales Carlos Barreto e Hilario López en el archivo local, la imagen del Cristo se refugió en Jerez de los Caballeros en 1703, ante la inminencia de las hostilidades con Portugal, al mismo tiempo se llevaron las campanas de la Ermita que debido al bronce eran codiciadas por los ejércitos.

La Ermita de una sola nave tiene una bóveda de cañón, que culmina en el presbiterio, en otra de media naranja, rematada con linterna. Este presbiterio tiene un acceso de gradas de mármol y esta resguardado por una verja de hierro. En él encontramos el altar mayor, el cual ostenta un retablo de mampostería con seis grandes columnas corintias que separan la calle central de las laterales.

En los paramentos laterales aparecen unos arcos sostenidos por columnas de orden dórico. La portada se corona con una sencilla pero bonita espadaña, en ella se puede admirar el blasón nobiliario con las armas de la familia Canseco, donantes de la Ermita.

La parte inferior del retablo mayor acoge al 'Cristo de la Expiración' imagen que cuenta con una fervorosa veneración entre los parroquianos de la localidad. Se trata de una talla de la escuela barroca del taller de Pedro Roldán del siglo XVII que fue restaurada en 1.991.

En su interior también hallamos a la 'Virgen de Nuestra Señora de la Soledad' encargada por el Obispo de Badajoz en su visita a la localidad en 1.731 y realizada por el imaginero pacense Ruíz Amador. A pesar de tener un valor artístico menor, la talla es de una belleza admirable y cuenta con una grandísima devoción.

De la misma época que la Soledad es el San Antonio de Padua obra de Juan Tarama de la misma escuela que Amador.

El Señor Amarrado a la Columna fue adquirida en 1.718, pertenece al imaginero sevillano Montes de Oca. Concebida originalmente como un Jesús Nazareno con la Cruz a cuestas, fue sustituido en 1945 por la talla actual de menor valor. La imagen del 'Amarrao' aún presenta las articulaciones de los codos y en la parte delantera el orificio del tornillo de la cruz. La postura corresponde a un Nazareno caminando, dejando atrás el pie derecho, sus manos presentan la tradicional unión de los dedos anular y corazón.