El veterinario alerta sobre el consumo de queso sin etiquetar
Jesús Crespo, perteneciente al Servicio Veterinario de Salud Pública de la Junta de Extremadura, advierte sobre los múltiples peligros
Almudena Parra
Domingo, 13 de noviembre 2016, 22:28
Jesús Crespo, perteneciente al Servicio Veterinario de Salud Pública de la Junta de Extremadura, advierte de los múltiples peligros para la salud derivados del consumo de quesos sin etiquetas ni registros sanitarios a raíz de la reciente incautación.
Los hechos referidos se remontan al pasado 9 de octubre, cuando la Patrulla Fiscal y de Fronteras de la Guardia Civil de Olivenza, durante una actuación de servicio de inspección de mercancías, interceptó en el municipio un vehículo conducido por un ciudadano del país vecino, Portugal.
Los agentes procedieron a la identificación tanto del conductor como del vehículo, siendo detectados en el interior del mismo hasta 123 quesos, presumiblemente elaborados con leche de cabra unos y con leche de oveja otros. El ciudadano portugués no pudo demostrar el origen de dichos alimentos, de los que no portaba ni factura ni albaranes ni registros sanitarios que avalaran la legalidad de los mismos.
Ante la ausencia de etiquetado y trazabilidad con riesgo para la salud pública, el Servicio Veterinario de Salud Pública de la Junta de Extremadura, a requerimiento de la Guardia Civil, inmovilizó los quesos para su posterior destrucción, acordándose esta actuación en base a la Ley de Salud de Extremadura (Ley 10/2001) y dadas las evidencias claras de que el denunciado se estaría dedicando a la venta ambulante de los quesos en el interior de la localidad. Ante los citados hechos, se levantaron actas por una infracción a la Ley General de Sanidad y Real Decreto por la que se establecen las condiciones aplicables a la producción y comercialización de esta clase de productos.
Crespo puntualiza que, la falta de trazabilidad indica que no se puede conocer el origen de los quesos, lo que supone que no se pueda garantizar su seguridad alimentaria y que no supongan un riesgo para la salud de los consumidores, además del fraude fiscal y la competencia desleal que ello supone.
La presencia de microorganismos patógenos en el queso depende de la calidad microbiológica y el tratamiento térmico de la leche, la higiene de las instalaciones, la calidad de los cultivos, el manejo durante el procesamiento y la temperatura de almacenamiento, transporte y distribución del queso. Podría tratarse de quesos robados o quesos que estén destinados a la destrucción por no cumplir los parámetros microbiológicos o químicos reglamentarios para este tipo de productos. El riesgo de los productos lácteos es muy elevado, podrían contener residuos de antibióticos o productos prohibidos que se les hayan suministrado a los animales. También podrían estar contaminados por agentes microbiológicos transmisores de enfermedades para el ser humano tales como la brucelosis o fiebres de Malta, la tuberculosis, salmonelosis o listeriosis, entre las más conocidas por el público en general. Pero no se reduce a estos patógenos, sino que hay muchos más.
"Se recuerda que todos los productos -declara Crespo- deben ser adquiridos en establecimientos autorizados y sujetos a control sanitario por parte de los servicios de inspección de salud pública, y más cuando este tipo de productos lácteos son consumidos por poblaciones de alto riesgo o mucho más susceptibles (embarazadas, niños de corta edad, pacientes inmunocomprometidos o ancianos)". Se trata, en definitiva de prevenir enfermedades.
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